En el Distrito Federal la infancia no es prioridad:
se multiplica la producción de niños que viven, crecen y mueren en las calles
by Gerardo Albarrssn de Alba
Con el futuro roto, como sus bolsillos; con la esperanza perdida, como el hogar; con la infancia olvidada, como fiel reflejo del trato que les da la sociedad, los niños de la calle parecen condenados a que en sus propios hijos se reproduzca el corculo de la miseria... Siempre y cuando logren sobrevivir ellos mismos.
En México hay una nueva generación de niños de la calle; el fenómeno se ha multiplicado y generalizado en la capital del paos. Mientras, el gobierno ignora la dimensión del problema y carece de diagnósticos confiables, pero niega que el fenómeno lo haya rebasado.
Los niños son victimas de una sociedad que se muestra cada vez msss agresiva con ellos, pero el tema del abuso y el maltrato a la infancia no es prioridad gubernamental, al grado de que las propias autoridades los practican.
Ante una realidad lacerante, México carece de infraestructura, de reglamentaciones, de una concepción jurodica clara y de loneas de acción institucionales. Los programas son endebles y asistencialistas. La legislación estss dispersa. El gobierno capitalino compite con las ONG, en lugar de apoyarlas y coordinar los esfuerzos p.blico y privado; pero aunque quisiera hacerlo, no puede, porque "estss tan desprestigiado que nadie le hace caso", seg.n juzgan documentos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y su funcionario encargado de proyectos en México, Jorge Mejoa Machuca.
Aso, las ONG deben hacer la labor del Estado.
Mientras, cientos, miles, quizsss millones de niños deben buscar en la calle formas de sobrevivir, hasta convertir a la voa pública en su "casa". Muchos mueren en ella.
Es la reproducción generacional de la pobreza.
Según las optimistas cifras que maneja el Unicef en su Informe Final del II Censo de Menores en Situación de Calle de la Ciudad de México, que serss presentado oficialmente el próximo viernes 21, en las calles de la capital del paos trabajan 13,373 menores (68.5% hombres y el resto niñas), de los cuales apenas 1,850 (13.84%) viven en la calle y "han roto el vonculo con sus familias", mientras que el resto (11,523) solamente laboran.
(En los documentos del Unicef se hace la distinción entre los niños que solamente trabajan en la calle y los que viven en ella. Estos últimos son aquéllos a los que llaman niños de la calle.)
Con base en un censo de 1992 realizado por el propio Unicef, se estima que para 1995 la cantidad de menores que viven o trabajan en la calle creció en más de 20% en todo el Distrito Federal. La tasa de crecimiento de los niños que viven en la calle fue de 81.3%.
También "tendió a crecer la proporción de menores netamente infantes" en esta situación, es decir, la de aquellos que van de cero a cinco años de edad, los que pasaron de 1% en 1992 a 18% en 1995; los menores entre seis y ocho años eran 4% en el primer conteo, y 16% en el segundo.
El Unicef contabilizó 515 puntos de encuentro de niños callejeros en 1992; en el nuevo censo encontró 1,214, es decir, 135.73% msss en sólo tres años. De éstos, 85 son usados para dormir, 100 para trabajar y dormir, y el resto para trabajar. La mayor parte se encuentran en avenidas y cruceros (386), mercados y tianguis (323) y estaciones del Metro (148), aunque también los hay en parques y jardines, corredores comerciales, zonas turosticas, terminales de autobuses, baldoos, estacionamientos, panteones, coladeras y basureros.
Las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza concentran 36.45% (msss de 400) de estos lugares. En Iztapalapa y Gustavo A. Madero estss otro 24.77% (cerca de 300). En la Miguel Hidalgo hay 94, en Benito Jussrez 93, en Azcapotzalco 63, en Coyoacssn 59, en Alvaro Obregón 45, en Iztacalco 42, en Tlalpan 36, en Xochimilco 34, en Cuajimalpa 24, en Milpa Alta 20, en Magdalena Contreras 16 y en Tlsshuac 4.
En las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Benito Jussrez se concentran msss de 1,000 niños en cada una. Les siguen Azcapotzalco, Coyoacssn, Iztacalco, Tlalpan y Xochimilco, con msss de 300.
La proporción de niñas aumentó 3.5%, mientras que la de niños se redujo en el mismo porcentaje.
Sin contar a las indogenas, 6.34% del total de las niñas censadas viven en la calle.
LA GENERACION PERDIDA
De acuerdo con el Unicef, en 1992 los menores de doce años representaban 25% de los que operan en la calle, pero en 1995 se registraron 6,323 niños entre cero y once años de edad, equivalente a 47.2% del total. La población entre cero y cinco años se disparó en el mismo peroodo 2,965%, mientras que la de menores de entre seis y ocho años creció 342.01%.
El fenómeno de la migración contribuyó con 65% de la población de menores callejeros, siendo Oaxaca, Puebla y el Estado de México los que msss aportaron, con 16%, 10% y 8%, respectivamente. De menor significación fueron Michoacssn, Morelos, Querétaro, Guerrero, Hidalgo, Chiapas, Yucatssn, Jalisco, Veracruz y Nuevo León. Aso, solamente 35% de los menores callejeros nacieron en el DF.
Entre los niños callejeros, el Unicef dice desconocer la tasa de mortalidad infantil (que define como la muerte entre los cero y el año de edad), pero registra que 19% de la población entrevistada reportó la muerte de otros niños pequeños, integrantes de la misma familia.
Pese a lo terrible de este diagnóstico, las cifras del Unicef son cuestionadas por decenas de ONG, que ulo menosu las califican de sesgadas. "La situación es peor", coincidieron cerca de 25 organismos que participaron en un foro sobre maltrato y abuso sexual en Querétaro, hace unos doas.
Y es que casi nadie cree que existan solamente 1,850 niños viviendo en las calles de la capital del paos.
Según el ecuatoriano Jorge Mejoa Machuca, oficial de proyectos del Unicef, el censo se hizo no sólo con la participación del DDF, sino con "la colaboración" de Casa Alianza, Visión Mundial, el padre Chinchachoma, Ednica, "entre las ONG msss destacadas".
Seg.n las cifras del Unicef, de los 1,850 niños que viven en la calle, 1,573 son varones (once indogenas) y 277 mujeres (diez indogenas). Sin considerar a los infantes de entre cero y cinco años, casi la mitad (49.7%) tiene entre 15 y 17 años; 35.7% tiene entre doce y catorce, y 14.6%, entre seis y once años.
Como sea, para el Unicef, este fenómeno "es esencialmente adolescente", aunque paradójicamente reporta que "cuatro de cada seis niños declararon haber iniciado su vida en la calle entre los cinco y los nueve años de edad, y seis de cada diez entre los diez y los catorce".
Entre los motivos del niño para abandonar su hogar destaca el maltrato (44.09%); 23.66% dijo que la razón era que la calle le gusta, y 16.3% alegó la muerte de su madre o padre.
El 70.17% de los niños que vive en la calle provienen de familias constituidas por entre cinco y nueve miembros, mientras que las familias de 11.86% se integraban por diez o msss personas. El 22% de estas familias son sostenidas por la madre; 13.98%, por el padre; 9.68%, por padre y madre; 7.53%, por la madrastra y/o el padrastro. El 13.98% reportó que "cada quien se mantiene" y 18.28% dijo que el sostén de su casa se divide "entre todos".
Ya en la calle, las condiciones de vida de estos niños, descritas en el censo, son paupérrimas: Sólo 5.38% come carne, mientras que 61.29% consume tacos, tortas y tamales, y 23.65% ingiere comida chatarra. En los últimos 6 meses, 90.3% reportó haber estado enfermo; los principales padecimientos en este grupo son respiratorios y gastrointestinales.
Según las entrevistas, siete de cada diez de estos menores usa drogas, entre las que destacan "activo", thoner, cemento, mariguana, alcohol y pastillas; 8.6% las consume desde hace menos de un año; 32.6% tiene entre uno y dos años de usuario, y 24.73%, msss de tres años.
La actividad sexual entre estos niños empieza pronto: 43.02% reportó haberla iniciado entre siete y catorce años de edad. Casi la mitad (49.46%) declaró tener una vida sexual activa.
Su nivel de escolaridad no estss registrado, aunque so se establece que 88.1% sabe leer y escribir, mientras que 11.9% es analfabeto. La deserción escolar se atribuye a "problemas familiares" y a "problemas económicos".
Los niños de origen indogena que viven en la calle se dedican, predominantemente, a la mendicidad (76.19%) y a la venta de productos marginales (4.76%). Los no indogenas se dedican a la mendicidad (25.92%), a limpiar parabrisas (20.12%), a vender alg.n producto (10.06%) o a actuar como payasitos (2.52%). De todos ellos, 37.63% gana 20 pesos diarios; 43.01% tiene ingresos por 50 pesos, y 19.36% percibe 100 pesos o msss al doa.
El 62.37% de los niños que viven en la calle reportaron haber sido detenidos por la policoa por droga, vagancia, robo, sin causa aparente, por trabajar en la calle y por invadir propiedad ajena, "en orden de importancia".
Al margen de los delitos que so ameritaban su detención, 35.48% se quejó de "maltrato fosico o verbal"; 9.68% declaró que los policoas "le solicitan dinero para liberarlo", y 1.08% denunció haber sufrido "abuso o acoso sexual por policoas".
Según el documento del Unicef, 12.9% "confirmó recibir un trato respetuoso", y 2.15% "comentó que los policoas se preocupan por su permanencia en las calles".
LA DANZA DE LAS CIFRAS
¿Cuántos son? Ese ha sido un eterno punto de controversia. En entrevista, Mejoa Machuca recuerda que hace seis años, recién llegado a México, preguntó por las estadosticas. "Nos decoan que en una ciudad como ésta 'eran millones'. De aho surgió la necesidad del primer censo, el de 1992, que se realizó de la manera msss seria que se pudo hacer".
Dice que, en el censo de 1995, podroa haber un margen de error, "si acaso de 10% de msss o de menos". Y aclara: "Es peor equivocarse en una estimación por un millón".
Lo cierto es que los números van y vienen:
--Las delegaciones poloticas manejan sus propias estadosticas: la Cuauhtémoc dice que en su área hay 3,000 niños callejeros; Alvaro Obregón, 3,180; Gustavo A. Madero, unos 300; seg.n la Miguel Hidalgo, en toda la ciudad son unos 14,000, 6% en esa delegación (840); Tláhuac reporta 60...
--Eduardo ásenz Viesca, director general de Socicultur, dijo en agosto de 1995: De diciembre de 1992 a la fecha, el n.mero de niños callejeros creció 80%. Haboa 28,000, de los que 2,000 viven y trabajan en la calle y el resto vive con su familia.
--En 1990, la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) "calculó" que haboa 50,000 niños y niñas en la calle; la Secretaroa de Desarrollo Social del DDF dijo que eran "más de 20,000"; la Comisión Económica para América Latina (Cepal), que 40,000, y en ese mismo año el DIF, DDF, PGJDF y el propio Unicef coincidieron: Son 3 millones en el paos, y 1.25 millones en el DF.
--En 1992, el censo del Unicef causó polémica, y la Asociación Mexicana contra la Violencia hacia las Mujeres (Covac) realizó su propio conteo. El resultado: En 155 lugares se concentraban 3,148 niños y 760 niñas, de los que 730 vivoan y trabajaban en la calle, y 2,082 sólo trabajan en la voa pública.
--En 1993 la Unión Nacional de Padres de Familia asentó: Son 13 millones en el país.
--En agosto de 1995, Angélica Luna Parra, subdirectora del DIF, en una conferencia en el ITAM, manejó cifras de una encuesta: 15,580 menores se encontraban en las calles; y de ellos, 4,000 estaban en algún programa del DIF o en alguna otra institución.
--En abril de este 1996, Javier Vega Camargo, secretario de Educación, Salud y Desarrollo del DDF, ya utilizó las cifras del Unicef, y en un festival del doa del niño anunció un presupuesto de 46 millones de pesos para atender a niños callejeros.
CONDICIONES ESPECIALMENTE DIFICILES
El DIF los considera "Menores en Condiciones Especialmente Difociles", y el programa dedicado a ellos utiliza el acrónimo "Meced".
Con varios años de experiencia trabajando directamente con los niños callejeros, Alfonso Revilla Aburto, subdirector del Meced, reconoce que a la "óptica y métodos innovadores de las ONG les debemos mucho de lo que hoy es el tono y la forma de atender" el problema.
Por lo pronto, dice en entrevista, "el gobierno ha ido coordinando los esfuerzos de instituciones como la Secretaroa de Gobernación, el Departamento del Distrito Federal, la Secretaroa de Relaciones Exteriores, las procuraduroas de Justicia, los Centros de Integración Juvenil, el Instituto Nacional Indigenista y el Programa Nacional de Solidaridad, en su variante de niños en la calle y niños jornaleros".
Su conclusión es que "este problema no lo podemos tratar si no es de manera conjunta".
En documentos del DIF se asegura que fue erradicada la "visión paternalista" que lo caracterizó por años; "ahora les concedemos a la población beneficiada (los menores y sus familias) un papel más activo y protagónico en los programas que tenemos", puntualiza Revilla Aburto.
Eso so, aclara, "el paternalismo no es sólo del gobierno, sino que proviene también de la sociedad, de una cultura que no valoriza a la infancia como algo fundamental para nuestro desarrollo; de no reconocer en la niñez a un sector con sus caracterosticas y reivindicaciones propias; de no aceptar que los niños de la calle nos dan una lección, porque son menores que están asumiendo una serie de responsabilidades".
Ahora "ya no se trata de que nosotros digamos, imaginemos, supongamos y diseñemos qué es lo que ellos necesitan, sino que ellos participen con su experiencia y con sus necesidades".
Pero la relación con ellos "es compleja; hay que ponerse como en sintonoa con su forma de vida, con toda la problemática que los llevó a la calle, a todo lo que implica esta cultura callejera".
El DIF tiene la responsabilidad de atender directamente a los menores callejeros y a grupos de niños que trabajan en el sector informal. También atiende a niños en barrios marginales, a los que llama "menores en riesgo" de ser expulsados a la calle.
En mayo pasado, el DIF informó que atendoa a más de 14,000 menores de 142 municipios de 31 estados y el Distrito Federal.
En ciudades como Monterrey, Guadalajara y el mismo Distrito Federal y su zona conurbada, el porcentaje de menores callejeros y que trabajan en la economoa informal "debe ser mayor, pero seguramente en los estados agrocolas los menores jornaleros son más", estima el subdirector del Meced.
Por lo pronto, "el DIF está tratando de dimensionar de manera nacional y comparativa este problema, para luego saber a qué porcentaje atendemos el conjunto de las instituciones y cómo vamos a ir avanzando de manera firme y clara en el Programa Nacional de Atención a la Infancia".
--Ese es el presente. ¿Y su futuro?
--El futuro de los niños que viven en la calle está asociado a las posibilidades de nosotros como paos y como sociedad. La estrategia antes se basaba en tratar de reintegrarlos a sus familias. Hoy vivimos procesos de desintegración y recomposición de las familias. Ya no hay una familia prototopica en nuestro paos, en la sociedad moderna. Las estrategias deberoan buscar fortalecer los vonculos familiares y afectivos, y dentro de esa opción ir creando alternativas para esos menores y para esas familias. Hay que fortalecer todas las poloticas de atención y asistencia a la infancia, para que en conjunto impidan que este problema que ahora es minoritario vaya despuntando como mayoritario. En México estos niños distan mucho de representar problemas de seguridad social. No veo nada que nos acerque a ese fenómeno. La inseguridad proviene de otras fuentes, es otra cosa.
--Qué va a pasar con los niños que viven en la calle cuando se conviertan en adultos?
--Es muy complejo; no es un problema lineal. Una parte terminará de indigentes, no lo niego. Pero el hecho de que vayan de albergue en albergue, de institución en institución, va dándoles como un equilibrio. Muchos encuentran aho una serie de posibilidades: de taqueros, de choferes, de cuidadores... Es un reto, un desafoo para nuestro paos, en el corto, mediano y largo plazo.
"De crisis en crisis, debemos sacar lecciones. La cuestión es cómo nos seguimos empeñando en concentrar recursos y esfuerzos en este sector que representa la parte más débil, que en un momento dado es una generación que en el futuro reproduciroa o agudizaroa una serie de fenómenos. ¿Realmente se puede decir que inevitablemente estamos vencidos ante ciertos fenómenos, o que no los podemos remontar? La respuesta es: no. Esa es la pertinencia de instituciones como esta.
"Tengo toda la confianza en que no pasaroan visiones o soluciones coercitivas sobre los niños que trabajan en la calle. Digo... yo pienso. Ojalá, ¿no?"
GOLPES DE LA VIDA
Según el Unicef, 44.09% de los ninos que viven en la calle salieron de sus casas por maltrato. El censo realizado en 1995 mostro una tendencia "a mayor maltrato familiar y mayor impacto de arrojar al menor a la calle, aunque este permanezca aun ahi para satisfacer sus necesidades primordiales. En un contexto de pobreza, la familia actua como elemento expulsor, y la calle como elemento retentivo".
Oficial del Proyecto de ninos en Circunstancias Especialmente Dificiles del Unicef en Mexico, Mejia Machuca asegura que "hay un recrudecimiento de la presencia de ninos callejeros en toda America Latina, pero en especial en Mexico; tambien, de la violencia intrafamiliar".
El tema habia sido considerado desde siempre como estrictamente "privado", fundado en una vision paternalista que incluye el "derecho a la correccioón". Actualmente, dice, "se considera un problema social".
En el Distrito Federal existe ya una Ley de Asistencia y Atencioón para la Prevencioón de la Violencia Intrafamiliar, aprobada por la ARDF el 26 de abril pasado, pero la sancion es precaria: "Se multara hasta por 180 dias de salario minimo y arresto administrativo hasta por 36 horas a quienes maltraten fisica, emocional o sexualmente a las personas con las que tengan algun vinculo familiar".
Como sea, segun las propias autoridades, esta ley es el primer marco juridico en el paiís para tratar y atender la violencia domestica.
El maltrato infantil no esta tipificado como delito en el Codigo Penal, a excepcion de las lesiones, la corrupcion de menores, el abuso sexual y la violencia equiparada.
En Meéxico no hay un codigo del menor; lo que hay esta disperso en distintos cuerpos legales, destaca Unicef. Solamente existe una ley especifica que tiene que ver con ninos: la Ley sobre Menores Infractores, con expresion federal y estatal, con la agravante de que estas ultimas difieren entre si, al punto de que hay estados como Tamaulipas donde un nino de 6 anos puede ir al Consejo Tutelar. En 12 entidades la imputabilidad penal de un menor empieza a los 16 anos, y en uno, a los 17. En 19 entidades, la imputabilidad penal comienza a los 18.
Aun maás, el tipo de legislacion penal para los menores se ajusta a las normas internacionales en solo 10 entidades, cuyas leyes son "garantistas"; los otros estados todavia tienen una legislacion "tutelar". Estados como Aguascalientes y Jalisco ni siquiera cuentan con representante social ni con defensor de oficio para los menores infractores.
Para las propias ONG este es un tema poco explorado, y solamente hay una organizacion especializada: Reintegra.
En el colmo, los codigos civiles de 14 estados del pais mantienen el "derecho a la correccion", que implica que los padres pueden castigar a sus hijos "siempre y cuando las lesiones ocasionadas por el castigo no tarden mas de 15 dias en sanar".
Para Mejia Machuca, "estas cosas deben ser modificadas en Mexico". Y atribuye el problema a la "indolencia, desconocimiento y el hecho de que para muchos gobiernos y Congresos locales el tema de los ninos no es prioridad".
En la "exposicion de motivos" de la Ley de Asistencia y Atencion para la Prevencion de la Violencia Intrafamiliar se establece que 2,045 ninos fueron victimas de algun delito en 1995. En el albergue de la PGJDF ingresaron 763 ninos con lesiones severas. Hasta marzo del ano en curso, se habian iniciado 245 averiguaciones previas que involucran a 425 menores como victimas de algun tipo de maltrato. En el primer trimestre de 1996, se incrementaron 15% los casos denunciados de maltrato, y 20% los de abuso sexual, en comparacion con el mismo periodo de 1995.
A mediados de abril pasado, en el Seminario Contra la Explotacion Sexual de ninos y Adolescentes en America, en Brasilia, el Unicef calculo en 2 millones los ninos explotados sexualmente en el mundo. Un estudio presentado ahi revelo que Estados Unidos es el mayor consumidor de pornografia infantil y de la llamada "violenta"... y que Mexico es uno de los principales productores de esa pornografia.
Lo grave, dice Mejia Machuca, es que el problema aflora cuando ya es extremo y alguien lo denuncia ante la Procuraduria de Justicia (que en casos de emergencia puede retirar al menor) y el DIF, a traves de la Procuraduria del Menor y la Familia.
Mejia Machuca narra la "experiencia pionera" que representa "La Casa del Arbol", espacio abierto en enero de este ano por la Comision de Derechos Humanos del DF (CDHDF), donde los ninos conocen sus derechos a traves de juegos interactivos. Al final del proceso hay un puesto de recepcion de quejas; un nino juega a recibirlas, y los demas a presentarlas. Las primeras eran hasta triviales: "Me robaron la torta", por ejemplo. Pero con el paso del tiempo, fueron aguzando la conciencia, y empezaron a presentar quejas serias, de maltrato grave en sus casas, sus escuelas y sus comunidades, lo que llevo a la CDHDF a investigarlas.
Hasta el 31 de mayo habian pasado por ahi 15,000 ninos de diversas escuelas primarias del Distrito Federal, de los cuales unos 4,000 se quejaron. Casi 38% de las quejas "eran serias".
Martin Perez Garcia, director de la organizacion no gubernamental Caracol, dijo haber registrado la muerte de 34 ninos que vivian en la calle; en 17 casos hubo explicacion sobre las causas de los decesos, pero las circunstancias del resto no fueron esclarecidas. Entre las principales causas de muerte de menores indigentes destacan la violencia, las drogas y el sida.
Según cifras del Colectivo Mexicano de Asistencia a la Ninez (Comexani), los hijos de las mujeres en pobreza extrema presentan un riesgo 2.5 veces mayor de morir antes de cumplir un ano, en comparacion con los hijos de las mujeres que no son pobres. Ademas, informa que una de cada diez ninas que viven en la calle son madres de entre uno y tres hijos antes de los 18 anos, y advierte: "Existe una segunda generacion de ninos de la calle".
En 1994, Investigacion Demografica del Consejo Nacional de Poblacion calculo en 10,000 el numero de ninos muertos por violencia, negligencia y abandono en el sexenio pasado. Ese mismo ano, la Direccion General de Estadistica, Informatica y Evaluacion de la Secretaria de Salud reporto 699 menores asesinados o muertos por lesiones infligidas por terceros; otros 195 murieron por envenenamiento accidental; 199, por quemaduras; 287, por actos violentos no clasificados; 382, por caidas accidentales, y 277, por lesiones en que no se establecio si fueron accidentales o intencionales.
Según un reporte de Unicef-Covac, en 1993 se reunieron estadisticas oficiales y no gubernamentales de 24 estados y el DF, que reportaron 29,000 casos de maltrato y abuso sexual al menor entre enero de 1990 y julio de 1991.
En el Manual sobre maltrato y abuso sexual al menor: aspectos psicologicos, sociales y legales, elaborado por el Unicef y Covac, se establece que 60% de los casos de maltrato no se reportan; cualquier cifra que pueda presentarse "es apenas la punta del iceberg".
El maltrato infantil se da, sobre todo, dentro de la familia. Esta situacion representa 82% de los casos, segun expuso Patricia Duarte, directora del Covac, en las conclusiones de la Semana de los Derechos del Nino y la nina, organizado por el DDF y la PGJDF a finales de marzo pasado.
De ahi salieron estas recomendaciones: Se requiere, por lo menos para el Distrito Federal, un programa unico de atencion a la ninez, que incluya politicas publicas coordinadas entre las instituciones de gobierno y la sociedad civil organizada que ha atendido esta problematica, asi como la continuacion de aquellos proyectos gubernamentales que realmente hayan favorecido politicas para este sector; y elaborar un diagnostico confiable para sustentar el diseno de programas sociales.
Según la PGJDF, 27% de las agresiones sexuales contra mujeres se concentra en adolescentes de 13 a 17 anos, y 24%, en menores de 13 anos. En los ultimos seis anos, 40,000 mujeres fueron atacadas. Esta dependencia atiende a un promedio anual de 1,000 ninos victimas de maltrato o abuso sexual dentro de su familia, segun Patricia Olamendi Torres, directora de Atencion a Victimas del Delito.
En el primer trimestre de este ano, el DIF recibio 1,928 denuncias de maltrato infantil, de las que se comprobaron 1,127. En todo 1995, el DIF recibio 15,931 denuncias y comprobo 11,372.
ESTADO INDOLENTE
segun Mejia Machuca, en materia de derechos del nino, "Mexico ha hecho esfuerzos bien importantes: Los libros de texto gratuito de primer ano, en imprenta, contienen algunas paginas sobre el tema. Hay una diversidad de foros. Nunca habia habido tanta actividad como en este ano para difundir estos asuntos".
Pero otra cosa es como esos derechos se expresan en programas: "Mexico esta caminando, en algunos casos mas rapidos y en otros mas lentos", pero reconoce que "todavia le falta".
De hecho, en el Manual... se advierte que "Mexico carece de infraestructura para asistir a ninos maltratados y victimas de abuso sexual; no hay una clara concepcion juridica del delito; no hay reglamentacion propia y adecuada para la proteccion del menor; las instituciones publicas y privadas con programas especificos tienen una endeble construccion sobre derechos protectores de los ninos, lo que permite su explotacion e impune agresion; los programas publicos y privados se enfocan a promover el bienestar familiar y social y a difundir la problematica, pero no tienen estrategias especificas de combate".
En una encuesta entre 97 profesionales del Hospital Infantil de Mexico, Hospital General, la 49 Agencia Especializada en Delitos Sexuales, el Instituto Nacional de Perinatologia, la Procuraduria de Defensa del Menor y la Familia y las ONG Renovacion, Casa Alianza y Comexani, 91.7% de los entrevistados reconocio que carece de programas sobre maltrato, mientras que 86% no tiene programas sobre abuso sexual, y los que dicen que si tienen programas en estos dos rubros se limitan a ofrecer terapia en crisis general, lo que no esta dirigido especialmente a los menores danados. El 82.4% no cuenta con programas de orientacion para padres que maltratan a sus hijos, contra 15.4% que dijo tener alguna actividad para padres y que los canalizan al Centro de Atencion a la Violencia Intrafamiliar, les dan platicas o "improvisan".
Según el estudio, las respuestas reflejan la falta de politicas y lineas de accion institucionales, o bien, que el personal tiene insuficiente informacion.
--Habra mas programas y leyes, pero el problema de los ninos callejeros sigue creciendo. ¿Se debe a un enorme rezago o a que la dinamica del fenomeno rebasa cualquier esfuerzo institucional, ya no para resolverlo, sino siquiera para contenerlo? use le pregunta a Mejia Machuca.
--Si usted compara el numero de ninos que viven en la calle con los cupos disponibles en albergues de ONG, yo diria que la oferta cubre la demanda potencial. Pero ademas estan los espacios del DDF. Lo que pasa es que tenemos que coordinarnos y racionalizar los recursos, que es lo que no ocurre, porque cada quien anda por su lado, todos tienen su propia agenda. ¿Quien podria coordinar todos estos esfuerzos? Pues el gobierno de la ciudad. El problema es que el gobierno esta tan desprestigiado que nadie le hace caso.
--Muchas ONG tienen la sensacion de que hacen buena parte de lo que deberia ser obligacion del Estado. Ustedes tienen una posicion privilegiada: no son ONG ni gobierno, pero trabajan con los dos. ¿Cual es su vision al respecto?
--De alguna manera, si cumplen funciones que el Estado no ofrece o no tiene. Las ONG ofrecen albergues, educacion, salud a los ninos de la calle. El gobierno podria jugar un papel mas significativo de coordinacion y apoyo. En lugar de competir con las ONG, debe apoyarlas. Deberia haber una partida para las ONG; seria un dinero mucho mejor utilizado que en los propios programas gubernamentales. Es mejor apoyar lo que ya existe que empezar a competir.
Lo que el gobierno si debe hacer ya es regular los albergues, porque "cualquiera abre uno y nadie pregunta ni como se maneja ni cual es su responsabilidad juridica. Ha ocurrido que ahi mueran ninos", advierte.
Revilla Aburto, subdirector del Meced, dice que para el DIF, "no hay que ver todo desde la determinacion economica, porque no basta para explicar todos estos fenomenos, aunque es un punto fundamental. El problema es basicamente cultural".
--Los recursos, los programas, los esfuerzos, ¿son suficientes en Mexico, o el problema ha rebasado al Estado?
--A mi me parece que los recursos, las instituciones, las experiencias y el capital humano y programatico acumulado, sumado al de la sociedad civil y sus organizaciones, si alcanzan en Meéxico para responder a los problemas dificiles y urgentes de la infancia.
"Hay que acelerar y afinar el proceso de convergencia de esfuerzos. La dispersion de esfuerzos y recursos ha sido uno de los grandes problemas tanto desde la gestion gubernamental como de la propia sociedad. Esto es un hecho."
--Lo que dice suena como si apenas estuvieramos descubriendo el problema, cuando desde siempre ha estado ahi, cuando cada ano aumenta.
--No, claro que no. Lo que estamos descubriendo son respuestas nuevas, formas nuevas de hacer las cosas. Hay logros.
--Usted mismo ha planteado preguntas, no respuestas. En dado caso, seran preguntas nuevas.
--Bueno, por ejemplo, mire: En el Distrito Federal se echa a andar un programa para menores en la calle que utiliza todos los modelos innovadores que plantearon las ONG. Se avanza en un conocimiento y sus caracteristicas para atender mejor el asunto. Hay casas cuna y albergues, algunos con esquemas muy logrados. Hay cuatro agencias especializadas del menor. Nosotros extendimos el programa Menores en Circunstancias Especialmente Dificiles a los 31 estados...
"Todo esto ha servido por lo menos para una cosa muy importante: El problema de los ninos en la calle se ve como un problema eminentemente social; nadie lo ve como un problema de seguridad publica, y si hay voces asi, son totalmente discordantes. Estos programas han planteado un bastion para que no haya represion contra estos ninos, para que no haya soluciones a la brasilena, la guatemalteca o la colombiana.
"Esa es una gran batalla ganada. Unos enfatizaran mas la miseria; otros, las politicas u otra cosa, pero se ve como un problema social. Nadie puede plantear que (a los ninños) los barramos de la calle, que los quitemos por medios policiacos."
Aun asi, acepta que se dan hechos asociados a represion, "como se dan en torno a muchas otras cuestiones que denuncia la ciudadania, pero no como algo especifico".
Entre lo que reconoce que falta, esta el "coordinar mas los programas que tenemos, que haya una campana sostenida para reivindicar a la infancia y que las respuestas innovadoras que se han dado de la sociedad civil se estructuren mas como acciones de gobierno", y destaca:
"Yo no conozco otra ciudad del mundo que haya hecho dos censos. Lo que falta es que correspondan las grandes acciones para esto."
INFAME SOBREVIVENCIA
Mejia Machuca considera que "el verdadero problema son los ninos que trabajan; cuando se habla del fenomeno de la reproduccion de la pobreza, ahi lo vemos, pero claramente: es una reproduccion generacional".
Unicef resume las circunstancias que endurecen aun mas la ya de por si grave situacion de los ninos que trabajan en la calle:
"La profundizacion de la crisis economica ha coadyuvado a que cientos de familias tomen la calle en busca de alternativas para subsistir; en la actualidad se estima un promedio de 250,000 vendedores ambulantes en la Ciudad de Mexico. Tal situacion genera una verdadera contienda entre los adultos y los ninos, tanto por los espacios territoriales con mejor ubicacion, como por los dias y horarios de trabajo."
Según el censo del Unicef, 11,514 ninos callejeros (86.1% del total) trabajan en la via publica o en espacios cerrados; 1,959 son indigenas. Poco mas de la mitad (52.2%) empezo a trabajar entre los diez y los catorce anos, y 32.49%, entre los cero y nueve anos; 585 menores trabajan de noche, entre las 22:00 horas y las 2:00 de la manana. El 60% del total deserto de la escuela, sobre todo por problemas economicos.
Unicef no se atreve a catalogar el trabajo entre los menores de cero a 5 anos de edad, pero reconoce que su presencia en las calles "esta intimamente relacionada con la obtencion de ingresos de las familias mas empobrecidas, lo que en consecuencia significa alguna modalidad de maltrato aun no expresamente tipificado".
Dos terceras partes trabajan para ayudar a sus familias, mientras que 9.15% lo hace para mantenerse a si mismo. El 48.81% labora entre cinco y seis dias, mientras que 33.9% lo hace los siete dias de la semana; la jornada de 79.32% va de cinco a catorce horas diarias, y 72.88% gana 50 pesos diarios o menos. El 6.44% come una vez al dia, y 44.75% tiene dos comidas diarias, por lo que Unicef infiere "algun deficit nutricional". Lo cierto es que 85.76% enfermo entre una y siete veces en los ultimos seis meses.
El 13% del total de ninos trabajadores acepto que consume algun tipo de drogas, "aunque con una frecuencia irregular".
Los ninños de origen indigena que trabajan en la calle se dedican a la venta de productos marginales (56.71%), mendicidad (26.75%), limpiaparabrisas (2.5%) y payasitos en los cruceros (2.4%). Los no indigenas se ocupan en la venta de productos (59.95%), limpiaparabrisas (9.3%), payasitos (2.71%), estibadores (2.42%) y diableros (2.65%).
En general, estos menores provienen de familias numerosas, constituidas en 82.03% de los casos por entre cinco y diez miembros. En 52.54% de estas, la manutencion esta a cargo de todos sus miembros, pero a 24.75% de los ninos entrevistados, sus propias familias los mandan a la calle a trabajar.
Casi 2,200 han sido detenidos por la policia; casi la mitad se quejo de maltrato fisico o verbal, y 28.7% fue extorsionado para ser liberado. El documento del Unicef asegura que "19.7% confirmo recibir un trato respetuoso, y 3.5% comento que los policias se preocupan por su permanencia en las calles".
El trabajo infantil callejero no es facil; mas bien, esta plagado de riesgos: 28% reporto maltrato por la gente; 20% sufrio extorsion de camionetas del DDF; 12.88% ha sido atropellado, y 2.03% ha sido victima de abuso sexual, mientras que 12.54% ha padecido alguna forma de hostigamiento sexual.
Para las ninas, la situacion es mas dramatica, porque, ademas de padecer los mismos riesgos que los ninos, "experimentan cierto nivel de discriminacion en el trabajo callejero".
En el grupo de las ninas que trabajan en la calle, el fenomeno se ha convertido en un problema "netamente infantil", pues 27% tiene entre cero y cinco anños de edad, mientras que 14% va de los seis a los diez anños; 30% tiene entre once y quince anños, y 29%, entre 16 y 17 anños de edad.
Las ninñas hacen de todo: voceadoras, estibadoras, cuidacoches, boleras, lavacoches, canasteras, aguadoras, billeteras y diableras, pero estas actividades juntas no representan ni 2%.
Fundamentalmente se dedican a la venta de productos (67.43%), mendicidad (11.78%), limpiaparabrisas (2.94%), payasita (2.33%), pepenadora (1.64%) y prostitucion (1.57%). Todo esto, aunado con frecuencia a la responsabilidad del trabajo domestico y el cuidado y crianza de hijos y hermanos.
"Sobre esto no hay conciencia, desgraciadamente, porque es un fenomeno menos visible", se queja Mejia Machuca, quien dice de los menores trabajadores que son "los ninos que estan en el silencio, los ninos que estan en el anonimato".
Senala que la Secretaria del Trabajo reconoce que hay 800,000 menores de catorce anos trabajando, sin considerar a los menores jornaleros.
"Ese es el verdadero problema uinsisteu, y no le estamos dando la suficiente importancia en terminos de agenda para la infancia."
Seguún Revilla Aburto, en Meéxico y en otros paises, el trabajo infantil es una realidad. Y reconoce que "el trabajo infantil ha rebasado la norma constitucional".
Actualmente, explica, el fenomeno de trabajo infantil tiende a extenderse y cobra gran relevancia frente a los procesos de globalizacion economica, en cuyo centro esta el problema de la regulacion de las relaciones de trabajo. "Ante la competencia de mercados entre bloques economicos, el problema es que hay una serie de actividades donde nuevamente el trabajo infantil parece ser mas productivo. Hay procesos que parecen empujar a que haya mas trabajo infantil o a que se estructure nuevamente todo un ejercito de menores trabajando en una serie de actividades".
Ante esto, los gobiernos, sus sociedades y sus organizaciones "debemos replantearnos el trabajo infantil desde un punto de vista en el que la infancia sea un valor y una reivindicacion social, cultural y moral".
El subdirector del Meced equipara el trabajo de ninos con la prostitucion infantil, que implica el trafico de menores. "En el Primer Mundo (el trabajo de los menores) esta severamente prohibido, pero una industria creciente son los tours de prostitucion infantil a paises orientales donde se tolera, y ahora empieza a establecerse en America Latina".
En ambos casos, advierte, "nos debe llevar a un replanteamiento como mundo: +¿Es posible tener secuestrados a estos ninos para satisfaccion de quienes viven en los paises que se dicen mas desarrollados, mas democraticos, mas civilizados?".
La pregunta de Revilla Aburto pareciera encontrar la respuesta mas cruda en las estadisticas mundiales y nacionales:
A mediados del ano pasado, al presentar un informe en la reunion del Consejo Directivo de la OEA, en Montevideo, el Instituto Interamericano del nino denuncio que de 197 millones de ninos latinoamericanos, unos 15 millones viven en las calles, 6 millones sufren desnutricion y 30 millones trabajan desamparados por la ley. El 60% vive en hogares por debajo de la linea de la pobreza; 44 millones no terminan la primaria y un millon de menores de cinco anos muere anualmente...
Un informe del Unicef estima que en America Latina vive 40% de la poblacion infantil mundial, preve que para el ano 2020 el 10% vivira en la pobreza y advierte que "el numero de ninos de la calle que viven en estado de abandono total o parcial esta destinado a aumentar en decenas de millones".
El desequilibrio mundial se refleja en un informe de 1993 de la Organizacion Internacional del Trabajo (OIT) y la UNESCO, en el que ubica a 39.9 millones de "ninos obreros" en paises en desarrollo, contra 3.3 millones en paises industrializados.
Un informe conjunto de la Cepal y el Unicef (difundido a mediados de marzo pasado en Santiago de Chile) establece que entre 16 millones y 18 millones de ninos y adolescentes de America Latina y el Caribe trabajan para subsistir, lo que "facilita que se perpetue la pobreza de generacion en generacion". Ambos organismos advierten que la cifra podria ser muy superior, pues el estudio no incluyo a trabajadores menores de doce anos.
En México, dicen la Cepal y el Unicef, trabaja 16.9% de la poblacion infantil.