Cuba natural: Prólogo

PRÓLOGO
Giraldo Alayón García
Presidente, Sociedad Cubana de Zoología
Representante cubano, Fundación Green Caribe
La Habana

La naturaleza cubana, con sus casi 42 millones de años de bregar histórico, ha conformado un conjunto variopinto de maravillas evolutivas, en su mayoría pequeñas y exclusivas. Ellas cubren la geografía a parches, en un mosaico de poblaciones que, con harta frecuencia, son reducidas y frágiles.

Los estudios faunísticos antillanos se iniciaron, de forma sistemática, con la obra de Carlos Linneo, pero fue Antonio Parra quien en 1787 publicó la primera contribución sustancial a la zoología de Cuba. En estos 209 años la fauna isleña ha sido sustancía de muchos centenares de artículos científicos, y de algunos libros. En ellos se ha dado nombre a algo más de una decena de miles de especies que componen la fauna terrestre del archipiélago, o se ofrecen datos acerca de sus vidas. Toda esta información, sin embargo, permanece ajena al hombre común, ya que apenas se ha divulgado.

Cuba natural es un esfuerzo por llenar este vacío. Nos brinda, de primera mano y en forma amena y precisa, los productos de la evolución y, lo que es mejor, explica y convence acerca de la importancia de reconocer lo intrínsecamente valioso, lo auténticamente cubano. El libro usa lo mejor de la ciencia especializada y del arte narrativo, y sirve así para tender un necesario puente entre el cubano y la isla.

Con suma elegancia, Alfonso Silva recorre los paisajes criollos�tanto terrestres como marinos�, y destaca las particularidades de muchas de las criaturas típicas de Cuba. El libro nos invita a reflexionar sobre la importancia de apreciar los animales locales con una óptica más amplia, y profundiza con particular agudeza en las raíces culturales de la estrecha visión preponderante. A su vez señala, críticamente, la importación de elementos faunísticos foráneos, tan nocivos en cualquier ambiente insular.

En el contexto caribeño-antillano no conocemos de otra obra como esta, que recree los principales componentes de la biodiversidad faun�stica con erudición pasmosa, profusión de datos actualizados, excelentes fotografías, y una prosa no ya digerible, sino deliciosa. Cuba natural inaugura, pues, la divulgación de los valores genuinos de una buena porción de la biota antillana. Es de esperar que este libro sea un eficaz instrumento en la educación ambientalista de la región, y que contribuya a la conservación de la enorme riqueza natural de estas islas encantadas.